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Mostrando las entradas de julio, 2016

El juego de las emociones

Los roles de la sociedad, en sus diferentes facetas, se han encargado de dictar las pautas de comportamiento y de reacción dentro de los ambientes en los que nos desenvolvemos. El primer y más claro ejemplo es el del rol masculino: éste ha sido moldeado de una forma que debe ser dura, calculadora y a la que no se le permite mostrar sus sentimientos ante los ojos de los demás; por lo tanto, llorar y quejarse no deben ser propios de un hombrecito de verdad . El rol femenino, por otro lado, ha sido encasillado a fungir como la figura preponderante en el hogar, que debe ser sumisa y débil, buscando en todo momento la protección de una figura masculina que vele por su integridad física y moral; a ellas sí se les es permisible mostrarse sentimentales. La realidad es que nada de lo anterior puede encajar en lo que actualmente sucede en la sociedad. Dice un viejo axioma que aquello que no se mueve ni evoluciona, está destinado a morir o desaparecer; lo mismo sucede en los ámbitos e...